Y me llevas contigo.

Cuantas veces se habrá sentado en la última fila de la clase, evadiéndose de los demás, y dejando libre su imaginación, una vez más, claro está. 

Ha perdido también la cuenta de las veces que ha pensado en esos ojos verdes. Y estaba pensando en escribirle una canción, pero no le sale. Tampoco era su parada en la que tenía que bajar, y estaba claro que les quedaban más de dos miradas, pero no muchas más.  

No sabe ni que contarle, ni que besarle. Pero no era noche de ponerse los zapatos y salir a bailar, drogarse, o beber. Era noche de película en su sofá, con su manta a cuadros, y compartiendo el mismo bol de palomitas. Hablando del mundo, y de lo mal que la vida le trataba a veces. Pero no tirarían el cenicero y no les saldría todo del revés, les saldrá.. bien  o mal pero les saldrá. 

Y la clase seguía avanzando, pero le daba igual. Estaba en otro mundo, en el mundo de ellos. O mejor dicho, en su mundo solamente. 

Y pensándolo mejor, vuelve otra vez a sus pensamientos y vuelve a ese mundo oscuro del compás, a olvidarse del tiempo perdido. Donde yo me despertaba y tú, tú aun estabas.