Dejarse llevar una tarde de jueves y aparecer a su lado un domingo, con sabor a su chicle de melocotón.
Todo lo que puedo decir de ti, lo digo. Y lo que no, ni lo siento.
Cuatrocientas cincuenta y séis páginas de mi vida, y ami solo me importa una, la página tres, que empieza a hablar de ti, hablará y seguirá hablando. Que fuiste mi canción preferida, y que sonaste un trece de mayo.
Tenía esos ojos verdes, que nunca se los he visto a nadie, y hablar, hablé poco de amor por aquel entonces.
Me desahogue contigo, y acabé ahogándome en ti. Me perdí dos capitulos de mi vida, y volví a encontrarme.
Y ahora solo sé que quedan algunas páginas por escribir, y esperar a que tú me compongas esa canción que no me sale, y que nunca me saldrá como siga a este paso.
ATENTAMENTE: tu jueves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario